Empezar, cómo será, qué
traerá. La ruta de siempre con caras nuevas, procurando sonrisas para percibir
alegría. Tambaleándome ante la certeza de un abismo más profundo que cualquier
deseo. Preguntas concretas, elecciones imposibles… aprender, conectar, optar
por el azar.
Creo en ocasiones que soy poseedora de un supuesto ingenio, de muy buena suerte también, y, de pronto, eso que sólo eran corazonadas, ahora se asemejan más a posibles y próximas realidades. Me siento, a veces, más volátil y difusa que nunca, a la deriva entre vientos fuertes y cambiantes.
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