jueves, 18 de julio de 2024

Así hasta hoy

Tengo pendiente dejar por acá el pasado sábado de fiesta, aquel encuentro luminoso, el domingo en calma, un día de reposo y letras, los días de semana acompañados de intenso viento mañanero y hoy que los pájaros han cantado fuerte y la lluvia quiere inundar el espacio, pero no se decide. A los pájaros los sentí como si estuvieran dentro de la casa, me sacaron de la profundidad del sueño antes siquiera de que la alarma se encendiera. Las gotas de agua del camino a la oficina le dieron un toque particular a mi peinado y ahora mi cabeza luce esponjosa. 

Envuelta en el día a día y sumergida en un aprendizaje constante de asuntos que algo tienen de interesante, he dejado mis rutinas, o mejor, las he cambiado un poco en el transcurrir de esta semana. 

Atendiendo las complejas y variadas necesidades que impone la labor, he procurado evitar la respuesta impulsiva y fugaz, y me he inclinado por procesar unos minutos, no muchos claro, cada solicitud, intentando ser un tanto meticulosa. Y decía, iba a seguir diciendo, pero se acaba el tiempo de nuevo y quedo en puntos suspensivos…




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