Sábado

Otro día de deslumbrante cielo azul que aprovechamos para una miniaventura matutina. El campo inmenso sobre el que se combinan infinitos colores fue nuestro escenario y es fuente de permanente inspiración por estas tierras. Salió el solecito, perfecto para avanzar caminando y en bici y descubrir nuevos paisajes, bonitos, maravillosos. 

Como siempre, no dejamos pasar la oportunidad y el espacio que ofrece la cotidianidad reciente para cuidarnos, querernos y divertirnos. Sumamos pasos respirando aire puro, fijamos vitaminas, nos llenamos de asombro ante la belleza y regresamos felices. Fue corto y no tan intenso, pero fue mágico... siempre me ha gustado estar por acá, pero ahora me fascina.





Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―