Poco más de cuarenta

Llegan los 44 con satisfacción y profunda gratitud por lo vivido hasta ahora, pero también con algo de sobrecogimiento por la velocidad con la que transcurre la vida, por el acelerado discurrir del tiempo... Asusta un poco. Más de 16 mil días han pasado desde que aterricé por estos lados, con lo cual parece que ya soy muy antigua y con tantos años encima no queda otra que vivir como me gusta, siendo quien me gusta, fiel a mi esencia, a veces incoherente e indefinida, pero procurando pasarla lo mejor posible sin saltarme las reglas, aunque a veces debería.



La vida ha sido generosa conmigo y cada vez me gusta más… quizá porque asumí hace años mis imperfecciones y las gestiono responsablemente, con fortaleza, algo de osadía y prudencia a la vez, no vaya a ser, y lo mejor, porque cuento siempre con el abrazo fuerte que me sostiene y las sonrisas cálidas que me acarician... tengo la suerte en casa de que me quieran tal cual soy, con todo y mi punto de locura.

Despido los 43 con una vida sencilla y alegre, llena de historias y de magia, con sus más y sus menos, pero sin duda con una fortuna enorme. He tenido un pasado repleto de momentos felices, y aunque he visto la situación difícil a veces, intento mantener el equilibrio a pesar de las tormentas, así que seguiré disfrutando lo poco y lo mucho que la vida me regala y celebraré con más fervor que nunca, con valentía y amor infinito, sin ferias y fiestas, pero en conexión con la naturaleza… Me voy ahora al acostumbrado ascenso de fin de semana, espero que sea el primero de muchos en este nuevo año. Pero tranquilos, el baile queda aplazado, no suspendido.

Salud por el año que llega para seguir creciendo, por lo que ha sido y por lo que vendrá

Ojalá que el viento se mantenga a favor.

Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―