Recientemente

Llovizna, viento, amago de sol y frío intenso, así han estado las últimas semanas.. algo aburridor. Aunque los días terminan con un cielo de bonitos colores, como veraniego.  

Aquel bonito cielo sobre uno de mis árboles favoritos.

Entre tanto, las visitas al museo no se detienen, a veces con café, otras con libro, algunas simplemente recorriendo sus pasillos. Me gusta el plan, algo tétrico pensar que fue cárcel y que quizá mucha gente sufrió allí, sin embargo, ahora se respira paz.  En esta época se han incrementado los visitantes, muchos peques risueños, algunos adolescentes, feos pero divertidos, tomando fotos y selfies, muchas selfies, y no tantos extranjeros, encantados con la city inhumana que habitamos, parece que tiene sus encantos a pesar de todo... y sí, claro que los tiene.

Ahora hasta los gatos, que antes tímidos permanecían escondidos, quieren disfrutar los jardines como cualquier visitante del lugar.