El revés de la sombra

Decidió olvidarla. Convencido de que el tiempo todo lo cura, la sacó de sus pensamientos y llenó sus días de cosas prácticas. Pero la decisión no logra erradicar el deseo; simplemente lo desplaza hasta que regresa, inevitable y transformador.  Regresa en detalles inocentes.  El deseo arde en lo imposible, en una pasión que le revela que su sombra va más allá de sus decisiones. Total, una cosa es lo que perciben sus sentidos y otra muy diferente es lo que su cerebro procesa. Y se siente a la deriva, y aunque nunca la volvió a buscar, está siempre esperándola.