Finalizando abril

Prestos a recibir el sol y a cambiar el escenario de descanso, partimos en busca de naturaleza y color. Encontramos eso y más... sobre todo, mucho calor.  En esta ocasión no diría que todo me gustó, aunque conocimos lugares lindos y diferentes, fue algo agobiante.  Aún busco el adjetivo apropiado, ayer fue un día que no sabría como clasificar.
La llegada fue un tanto diferente a las de siempre... mucha gente, filas y precios altos; dos años hace que estuvimos por última vez y encontramos bastantes cambios.  En el hotel todo anduvo bien, incluso nos dieron nuestra habitación muy temprano, así que un breve descanso y a reconocer nuestro espacio para el finde.  Conocimos a Gregory recién salimos y fue nuestro compañero de aventura. La costa, el casco antiguo, el puente de las Américas, una tarde llena de actividad que mucho nos gustó, el peque disfrutó bastante, como siempre, él con la mejor actitud aunque se sienta derretido con tanto calor.


Ayer fue auténtico plan local, muy popular. Empezamos el recorrido con mango dulce y música de la tierrita, bastante bien.  El camino, aunque un poco largo, sin contratiempos, agradable y muy conversado. 
Llegamos a Portobello y estuvo bien, salvo la humedad, todo me gustó, en el fuerte, claro, el pueblo ya era otra cosa, empezaban los indicios de que no todo sería tan espectacular.  Llegamos a Isla Grande con ojos, mente y corazón abiertos, intentando disfrutar la magia del lugar... la calidez y tranquilidad del agua, el verde intenso y la música del aire... Pero fue imposible ignorar la basura, no lo logré, no lo entendí, me incomodó y no quisiera regresar. Lo triste es que así debe haber muchos lugares en el mundo, lo triste es que no se dan cuenta, lo triste es que conviven con eso como si nada, es parte de su paisaje y parece no importarles ni afectarles, producen basura en cantidades, bueno, todos lo hacemos pero la recogemos, pero allí la tienen al lado. Lo curioso es que aparentemente no llega al agua, esa aún está "limpia" y transparente....  Todos estaban tan tranquilos y relajados, felices disfrutando el momento... parecían no percibir hacia dónde nos llevará tanta suciedad... pff, cómo ignorarlo!!!
Pese a todo, estuvimos de aventura total, en cuanto llegamos, subimos un tétrico y movedizo faro, desde donde tuvimos la mejor de las vistas de la isla... realmente lindo, después de cocinarnos al vapor buscamos refugio y algo más o menos decente encontramos, almorzamos y un pedacito de playa compartimos, fue un domingo diferente, de contrastes y sensaciones muy confusas.




















Hoy nos dedicamos a descansar, con un par de champañas estuvimos toda la mañana bajo el sol, así que relajados y contentos le dimos la bienvenida a mayo, qué mejor que comenzar el mes así.


Sucesos populares

Colectivo familiar

Sin rumbo fijo

―denota negación―