domingo, 31 de julio de 2016

Del otro mundo


Como dijo Tom, una tienta marinera acompañada de un envuelto de la tierrita, no tiene comparación. Así empezamos el día de ayer, disfrutando manjares caseros con la ilusión de un encuentro familiar y una paella de aquellas, insuperable. 
La vida nos regaló un bonito sábado, de abuelas perfectas, madres maravillosas, tíos estupendos, amigos del alma y los mejores primos... Todo alrededor de la rica paella que con amor, unos cuantos brandis y un sinfín de risas, preparó el chef mayor, el mismo de la estrella michelin.













 




  






Sonrisas de oreja a oreja, brindis, muchos cumpleaños que celebrar y un feliz viaje que desear, fueron motivos suficientes para encontrarnos a festejar.  Con mucho verde, viento, lluvia y un pálido sol, disfrutamos una linda jornada, con los peques corriendo, "explorando" el entorno, jugando sin parar. Será un plan para repetir, claro que sí.













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