miércoles, 1 de julio de 2015

Oh diente, amigo

Hasta que por fin!! El peque deseaba intensamente que se cayera algún diente. Por supuesto,  la felicidad lo invadió cuando se aflojó el primero, también el temor se apoderó de él, un poco, solo un poco. 
Lo que más quería en los últimos días era una visita del ratón Pérez, casi no llega, pero apareció... por acá anduvo y generoso se portó... con esos dientes de dinosaurio que encontró, alternativa no quedó.

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Meditación en tres actos

Entre códigos invisibles que prometen futuro y oscuras herramientas de IA, de fama oculta y silenciosa, señaladas por quemar nuestras mentes...