Teníamos motivo para pasear.... Escogimos Paipa, un destino cercano, justo lo que necesitábamos para probar un súper auto.
Marielita y Diana se adelantaron, arrancaron desde el viernes a estrenar y a descansar... nosotros, tuvimos que esperar hasta el sábado al medio día... los compromisos de Daniel!
Llegamos sin novedad....la tarde estuvo un poco fría, pero igual salimos a caminar, a reconocer la zona y a entretenernos con momentos pasados por agua, a oler el pasto y la tierra después de la lluvia y finalmente a disfrutar por un breve instante con una agradable chimenea. La vista al lago por la noche también había que aprovecharla, así que escogimos el Club Náutico para comer.... no habíamos almorzado, así que devoramos!
El domingo tuvimos un día precioso, cielo azul y sol radiante, tanto que mi rostro está aún algo enrojecido!!! Después de un ligero desayuno (mentira, el mío fue muy abundante, pero no tan rico como hubiera querido), disfrutamos el agua termal. Pensamos que Daniel no iba siquiera a intentar probar la piscina, pero ante el panorama de bañarse en agua alienigena fue el primero en entrar.... aunque el cansancio lo venció 30 minutos después... mucho calor y agua demasiado verde y densa ésa de los aliens...
Pasamos la mañana en el parque y el bosque, y finalmente fuimos al lago, a recorrerlo en lancha, pero no hubo tal, así que tuvimos que pedalear una bici de agua, entretenido igual. Para Daniel no hubo mayor diferencia, total era más emocionante que sus papás pedalearan, hicieran bastante fuerza y llevaran la bici lo más rápido posible a la meta... casi, casi llegamos, pero el viento nos hizo regresar.
Finalmente nos fuimos a Soga, una visita corta a las tias y a la abue y el comienzo de un par de días para Daniel sin papás... esperando que logre "entender" a la abuelita Lucila, sin agobiarse ni asustarse demasiado.
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