Esto, aquello y lo demás también

Empezamos la celebración del día, los cuarenta y más de Pancho, con un rico desayuno... preparado con cariño y mucho sabor. El sol nos animó a un paseíto al parque y después partimos al almuerzo.  El lugar y la compañía de siempre, muchos regalos, sonrisas y buenos deseos, lo necesario para acompañar el brindis que augura un maravilloso año, tal como lo merece.    

En la mañana del domingo brilló el sol, el cielo resplandecía y, por supuesto, nosotros aprovechamos su calor.  Y en la tarde, mientras el diluvió se apoderó de la ciudad, disfrutamos un rico almuerzo sabanero, con llovizna ligera y colorido arcoíris... 

Un recorrido en la tarde del sábado, aprovechando los últimos rayos del sol.

Con varias copas cuidadosamente preparadas y una rica paella, acompañamos a JuanCa a brindar por su nuevo apartamento... ya vamos en el cuarto :)  Las historias de la noche estuvieron algo trágicas, peligrosas y terroríficas, no todas claro está, hubo de todo, hasta Zumbis , pero nada que temer, esta vez el fuego místico,  que no logramos descifrar,  nos protegerá.

Así finaliza sus días... se oscurece, termina la jornada y no puede más, sin previo aviso cae extenuado... Y duerme y sueña.

Después de una invitación a ricas hamburguesas y algunos vinos en un sábado intenso, con los peques jugando hasta media noche ... tuvimos amanecer dominical en la city, con cielo muuuuy azul y ausencia de nubes.  La cocina estaba desocupada, así que la alternativa fue salir a buscar el desayuno... Una idea perfecta para empezar un bonito domingo. Después de un rico chocolate nos fuimos de parque, disfrutamos un largo y conversado recorrido y jugamos bajo cálidos rayos solares, que, según el peque, se sentían tan fuerte como si fueran 18 soles. Luego de sentirnos y movernos cual artistas del circo del sol, se nos acabó la energía y regresamos en taxi, a pasar una relajada tarde en casa. Con un oportuno y refrescante jugo callejero

Muy temprano partimos a preparar un rico desayuno, en plan familiar, de esos que tanto nos gustan y disfrutamos sin igual. U na soleada y entretenida mañana, en la que aprovechamos una luminosa, alegre y muy espaciosa casa, que no dejaremos de visitar.